Un texto literario es...
Los textos literarios se diferencian de otros, en primer lugar, por su intención comunicativa, predominantemente estética, es decir, artística: constituyen una manifestación de la actividad humana mediante la cual el autor expresa una visión personal por medio de recursos lingüísticos.
En ellos se crea un mundo de ficción mediante un proceso mimético (de imitación) de la realidad.
Independientemente de la mayor o menor aproximación a la realidad evocada, el mundo creado en el texto literario siempre es imaginario.
En su proceso de creación, los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan el género al que pertenecen: así, una obra literaria puede adscribirse al género lírico, al género narrativo o al género dramático.
Los textos literarios pueden adopta la forma de prosa o la diverso. Estas modalidades textuales no son privativas de un género determinado: a lo largo de la historia literaria los tres grandes géneros han empleado ambos medios de expresión.
Sus principales características son:
a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
b. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
c. Especial intención comunicativa. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.
d. Desviación: concepto. Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".
e. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.
f. Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
g. Importancia del significante .En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.
h. La función poética. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.
El lenguaje literario es un uso especial del lenguaje que tiene una finalidad estética: la creación de textos literarios.
Sus principales rasgos son los siguientes:
-Se trata de un lenguaje fundamentalmente polisémico, pues muchas de sus palabras y expresiones se prestan a más de una interpretación.
-El lenguaje literario es también un lenguaje connotativo, en la medida en que las palabras tienen significados que el propio autor les confiere.
-Debido a este carácter polisémico y connotativo, el lenguaje literario es siempre subjetivo.
-Puede adoptar dos formas: la prosa y el verso. El verso se aleja más del lenguaje cotidiano que la prosa, y se caracteriza por tener un ritmo musical (acentos, rima, cómputo silábico…)
-El lenguaje literario se desvía del uso normal del lenguaje: los autores tienen una expresión propia y se permiten alteraciones del código que no se dan en la lengua común, como por ejemplo el cambio del orden lógico de las palabras dentro del enunciado.
-En el lenguaje literario, lo más importante es la forma del propio mensaje. Por esta razón, se utilizan muchos y muy variados
recursos expresivos, entre los que destacan las llamadas figuras literarias o retóricas:
En resumen, las características de la lengua literaria se pueden resumir en:
- Forma específica del uso culto de la lengua.
- La función poética.
- Valores connotativos.
- Originalidad.
- Crea mundos de ficción.
- Literalidad.
- Hecho para perdurar.
Los textos literarios se diferencian de otros, en primer lugar, por su intención comunicativa, predominantemente estética, es decir, artística: constituyen una manifestación de la actividad humana mediante la cual el autor expresa una visión personal por medio de recursos lingüísticos.
En ellos se crea un mundo de ficción mediante un proceso mimético (de imitación) de la realidad.
En su proceso de creación, los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan el género al que pertenecen: así, una obra literaria puede adscribirse al género lírico, al género narrativo o al género dramático.
Los textos literarios pueden adopta la forma de prosa o la diverso. Estas modalidades textuales no son privativas de un género determinado: a lo largo de la historia literaria los tres grandes géneros han empleado ambos medios de expresión.
Sus principales características son:
a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
b. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
c. Especial intención comunicativa. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.
d. Desviación: concepto. Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".
e. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.
f. Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
g. Importancia del significante .En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.
h. La función poética. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.
El lenguaje literario es un uso especial del lenguaje que tiene una finalidad estética: la creación de textos literarios.
Sus principales rasgos son los siguientes:
-Se trata de un lenguaje fundamentalmente polisémico, pues muchas de sus palabras y expresiones se prestan a más de una interpretación.
-El lenguaje literario es también un lenguaje connotativo, en la medida en que las palabras tienen significados que el propio autor les confiere.
-Debido a este carácter polisémico y connotativo, el lenguaje literario es siempre subjetivo.
-Puede adoptar dos formas: la prosa y el verso. El verso se aleja más del lenguaje cotidiano que la prosa, y se caracteriza por tener un ritmo musical (acentos, rima, cómputo silábico…)
-El lenguaje literario se desvía del uso normal del lenguaje: los autores tienen una expresión propia y se permiten alteraciones del código que no se dan en la lengua común, como por ejemplo el cambio del orden lógico de las palabras dentro del enunciado.
-En el lenguaje literario, lo más importante es la forma del propio mensaje. Por esta razón, se utilizan muchos y muy variados
recursos expresivos, entre los que destacan las llamadas figuras literarias o retóricas:
En resumen, las características de la lengua literaria se pueden resumir en:
- Forma específica del uso culto de la lengua.
- La función poética.
- Valores connotativos.
- Originalidad.
- Crea mundos de ficción.
- Literalidad.
- Hecho para perdurar.
ELEMENTOS PRINCIPALES DEL TEXTO LITERARIO
I.La historia (fábula, argumento): la trama
Incluye:
Términos para describir la acción y los acontecimientos:
II. El discurso: la presentación
Las funciones discursivas incluyen:
Formas del discurso:
III. El tema: la ideología central + mensaje fundamental
IV. La cosmovisión:
Modo sostenido que tiene un escritor de concebir la interacción entre los hombres o entre el hombre y el universo |
La Crítica
El objetivo de la crítica es estudiar cómo lo elementos trabajan juntos para comunicar una visión o un efecto particular. El cuento puede ser objeto simbólico de mundos posibles; puede derivar su poder de la fuerza de la creación de una visión particular. Diferentes posiciones ideológicas pueden producir interpretaciones diferentes en épocas diferentes, como por ejemplo:
La metodología usada para estudiar un texto literario puede ser:
|
Genero Lirico.
La lírica o género lírico es un género literario en el que el autor quiere transmitir sentimientos, emociones o sensaciones respecto a una persona u objeto de inspiración. La expresión habitual del género lírico es el poema. Aunque los textos líricos suelen utilizar como forma de expresión el verso, hay también textos líricos en prosa (prosa poética).
CARACTERISTICAS.
• Dicho propósito es llevado a cabo a través del hablante lírico, que es la figura ficticia creada por el autor para dar forma escrita a su universo interior.
• El tema de una obra lírica puede ser variado, pero se plantea siempre desde un punto de vista fundamentalmente subjetivo.
• La forma tradicional de expresión lírica es el poema, que es desarrollado a través de una serie de versos que articulan el mensaje a través de la segmentación del mismo en diversas frases, formando una serie de rimas que son separadas en estrofas, dando un ritmo particular al texto lírico.
• Los versos se diferencian de acuerdo al número de sílabas que contengan. También varían según el tipo de composición (soneto, oda, romance, etc.).
• El tema de una obra lírica puede ser variado, pero se plantea siempre desde un punto de vista fundamentalmente subjetivo.
• La forma tradicional de expresión lírica es el poema, que es desarrollado a través de una serie de versos que articulan el mensaje a través de la segmentación del mismo en diversas frases, formando una serie de rimas que son separadas en estrofas, dando un ritmo particular al texto lírico.
• Los versos se diferencian de acuerdo al número de sílabas que contengan. También varían según el tipo de composición (soneto, oda, romance, etc.).
v Actitudes Líricas: Corresponden a la disposición de ánimo del poeta, y pueden ser fundamentalmente.
Actitud de canción o carmínica: es la actitud más plenamente lírica, en que la expresión de los sentimientos predomina en forma casi absoluta. La calificación de carmínica procede de Carmen, que en latín significa canción. Predomina la subjetividad. En ella el poeta eleva su canto desde sí mismo y expresa su interioridad.
Actitud enunciativa: aquí el hablante lírico entrega sus sentimientos solo a través de la descripción de un hecho concreto. Capta algo externo al yo, lo interioriza y expresa en un modo más bien narrativo o descriptivo, intentando mantener cierta objetividad.
Actitud de canción o carmínica: es la actitud más plenamente lírica, en que la expresión de los sentimientos predomina en forma casi absoluta. La calificación de carmínica procede de Carmen, que en latín significa canción. Predomina la subjetividad. En ella el poeta eleva su canto desde sí mismo y expresa su interioridad.
Actitud enunciativa: aquí el hablante lírico entrega sus sentimientos solo a través de la descripción de un hecho concreto. Capta algo externo al yo, lo interioriza y expresa en un modo más bien narrativo o descriptivo, intentando mantener cierta objetividad.
Actitud apelativa o apostrófica: en esta situación el poeta reta, interroga o dirige la palabra al objeto lírico esperando una respuesta de él, aunque sea un ser sin vida. El hablante se mueve entre lo subjetivo y lo objetivo.
Genero Dramático.
El drama o género dramático es un género literario que representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos por medio del diálogo de los personajes.
Una característica esencial es la acción. Lo que sucede en la obra no está descrito ni narrado ni comentado directamente por el dramaturgo, sino visto por el espectador. La obra está escrita, pero lo principal en ella es lo que ocurre (debido a esto, existen obras dramáticas sin palabras, o sea mudas, en las cuales se utilizan gestos y actitudes que expresan el conflicto).
Características del Género Dramático
1- Es representada por personajes mediante sus acciones, diálogos o monólogos
2- Su espacio y tiempo son limitados Estimado Maestro o profesional del área te invito a colaborar construyendo este sitio aportando el material apropiado (de preferencia usando los formatos de competencias digitales aquí descritos) y/o también competencias genéricas o especificas a cada uno de los mas de 2,000 temas que lo componen.
Genero Narrativo.
El género narrativo es un género literario en el que se relata una historia ficticia o real en la que el autor puede o no estar directamente involucrado. Si se trata de un cuento o de una novela la historia es imaginaria, en el caso de una crónica, se trata de una historia real. El narrador es quien relata la historia, sobre un mundo ficticio y una sucesión de hechos, sitios y personajes en un lapso determinado de tiempo. Juega un papel intermediario entre el público y los hechos.
EL GÉNERO NARRATIVO.
Es uno de los tres grandes géneros que existen, en donde el narrador nos cuenta de manera bella un relato de sucesos y nos presenta a los personajes que viven distintos acontecimientos en lugares y tiempos determinados.
Dentro de este género encontramos diferentes tipos de textos:
“Cuentos”, “leyendas”, “fábulas”, “novelas”.
Es uno de los tres grandes géneros que existen, en donde el narrador nos cuenta de manera bella un relato de sucesos y nos presenta a los personajes que viven distintos acontecimientos en lugares y tiempos determinados.
Dentro de este género encontramos diferentes tipos de textos:
“Cuentos”, “leyendas”, “fábulas”, “novelas”.
SUBGENEROS:
CUENTOS: Son narraciones o relatos breves de sucesos imaginados o inventados. Con los que podemos entretenernos y aprender. En ellos el mundo narrado gira en torno a un solo hecho o acontecimiento principal.
En estos cuentos encontramos:
Personaje principal, personajes secundarios, características físicas y psicológicas de lo s personajes, ambiente donde se desarrolla la historia.
En estos cuentos encontramos:
Personaje principal, personajes secundarios, características físicas y psicológicas de lo s personajes, ambiente donde se desarrolla la historia.
NOVELAS: La novela es una narración al igual que el cuento, pero más extensa y en donde se narra un mundo más complejo.
Los personajes de la novela pueden ser muchos y no necesariamente se tienen que conocerse o interactuar todos entre sí.
Hay novelas románticas, aventureras etc.
Los personajes de la novela pueden ser muchos y no necesariamente se tienen que conocerse o interactuar todos entre sí.
Hay novelas románticas, aventureras etc.
LEYENDAS: Las leyendas son un relato que ha sido contado en forma oral de generación en generación y que pasados muchos años a alguien se le ocurrió escribirlas.
Este relato funde la realidad con la fantasía.
Muchas veces estos relatos pretenden explicar fenómenos naturales. Por ejemplo cómo se formaron las lagunas, cerros, lluvia.
En nuestro país una de las zonas más ricas en este tipo de narraciones es Chiloé.
Este relato funde la realidad con la fantasía.
Muchas veces estos relatos pretenden explicar fenómenos naturales. Por ejemplo cómo se formaron las lagunas, cerros, lluvia.
En nuestro país una de las zonas más ricas en este tipo de narraciones es Chiloé.
FABULAS: Las fábulas son relatos breves, en donde a los animales se les dan características humanas y además nos dejan una enseñanza que llamamos moraleja y que por lo general viene escrita al final del escrito.
POESIAS: La poesía (del griego ποίησις 'creación' < ποιέω 'crear') es un género literario. También es encuadrable como una «modalidad textual» (esto es, como un tipo de texto).1 Es frecuente, en la actualidad, utilizar el término «poesía» como sinónimo de «poesía lírica» o de «lírica», aunque, desde un punto de vista histórico y cultural, esta es un subgénero o subtipo de la poesía.
TEATRO: El teatro (del griego θέατρον theatrón 'lugar para contemplar') es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas para un escenario, ante un público. El Día del Teatro se celebra el 27 de marzo.
En adición a la narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, el ballet, la ópera china y la pantomima.
Fuentes: wikipedia, http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20070519175615AAGQ4Et
pag.: 48
NOTICIA TRANSFORMADA A TEXTO LITERARIO
NOTICIA
-Un
guía electrónico para los ciegos-
Los
simpáticos perros-guía, que conducen a los ciegos y no sólo son dóciles sino
sabios (o casi) en su profesión, van a quedar sin empleo en el caso de que se
generalice el llamado "teclado de bolsillo", que hace ya un tiempo se
inventó en Estados Unidos para los no-videntes. Por ahora lo malo es que pesa
unos tres kilos y hay que miniaturizarlo. Al parecer está conectado con un
satélite llamado "global positioning satellite system", conocido
vulgarmente como el "que va a pasos". Emite un sonido cuando el ciego
debe de detenerse ante un semáforo u otro peligro. Su inventor, Mickey Quenzar,
también ciego, lo ha experimentado en San Francisco con éxito. Habrá que pensar
qué se hace con los perros-guía, que merecen una distinción por servicios
prestados.
NOTICIA
TRANSFORMADA A TEXTO LITERARIOS
-Una guia electrónico para los ciegos-
Los sugestivos perros-guia, qe trasladan a los ciegos y no solo son obedientes sino sabios en su profecion, van a quedar sin empleo en caso de que se generalice el llamado "teclado de bolsillo", que hace ya un tiempo se invento en Estados unidos para los no-videntes. Por ahora lo que vemos mal es que pesa unos tres kilos y hay que miniaturizarlo. Al parecer esta conectado con un satélite llamado "global positioning satellite system", conocido vulgarmente como el "que va a pasos". ". Emite un sonido cuando el ciego debe de parar ante un semáforo u otro peligro. Su inventor, Mickey Quenzar, también ciego, lo ha experimentado en San Francisco con triunfo. Habrá que pensar qué se hace con los perros-guía, que merecen una recompenza por servicios prestados.
-Una guia electrónico para los ciegos-
Los sugestivos perros-guia, qe trasladan a los ciegos y no solo son obedientes sino sabios en su profecion, van a quedar sin empleo en caso de que se generalice el llamado "teclado de bolsillo", que hace ya un tiempo se invento en Estados unidos para los no-videntes. Por ahora lo que vemos mal es que pesa unos tres kilos y hay que miniaturizarlo. Al parecer esta conectado con un satélite llamado "global positioning satellite system", conocido vulgarmente como el "que va a pasos". ". Emite un sonido cuando el ciego debe de parar ante un semáforo u otro peligro. Su inventor, Mickey Quenzar, también ciego, lo ha experimentado en San Francisco con triunfo. Habrá que pensar qué se hace con los perros-guía, que merecen una recompenza por servicios prestados.
Pág.: 50, Lo que aprendimos
Texto Literario:
El Asno y El Hielo
Era invierno, hacía mucho frío y todos los caminos se hallaban helados.
El asnito, que estaba cansado, no se encontraba con ánimos para caminar hasta
el establo.
-iEa, aquí me quedo! -se dijo, dejándose caer al suelo. Un aterido y hambriento gorrioncillo fue a posarse cerca de su oreja y le dijo:
-Asno, buen amigo, tenga cuidado; no estás en el camino, sino en un lago helado.
-Déjame, tengo sueño! Y, con un largo bostezo, se quedó dormido.
Poco a poco, el calor de su cuerpo comenzó a fundir el hielo hasta que, de pronto, se rompió con un gran chasquido.
El asno despertó al caer al agua y empezó a pedir socorro, pero nadie pudo ayudarle, aunque el gorrión bien lo hubiera querido.
La historia del asnito ahogado debería hacer reflexionar a muchos holgazanes. Porque la pereza suele traer estas consecuencias.
-iEa, aquí me quedo! -se dijo, dejándose caer al suelo. Un aterido y hambriento gorrioncillo fue a posarse cerca de su oreja y le dijo:
-Asno, buen amigo, tenga cuidado; no estás en el camino, sino en un lago helado.
-Déjame, tengo sueño! Y, con un largo bostezo, se quedó dormido.
Poco a poco, el calor de su cuerpo comenzó a fundir el hielo hasta que, de pronto, se rompió con un gran chasquido.
El asno despertó al caer al agua y empezó a pedir socorro, pero nadie pudo ayudarle, aunque el gorrión bien lo hubiera querido.
La historia del asnito ahogado debería hacer reflexionar a muchos holgazanes. Porque la pereza suele traer estas consecuencias.
-A que genero literario pertenece: Pertenece al género
Narrativo, porque se relata una historia ficticia o real en la que
el autor puede o no estar directamente involucrado.
-A que subgénero: Pertenece al subgénero del
cuento, porque Son narraciones o relatos breves
de sucesos imaginados o inventados.
-Cuales son sus características
principales: Son que podemos entretenernos con el cuento y aprender de el.
Pág.: 54
Pág.: 54
Investigación sobre los elementos que se deben considerar
a la hora de hacer un análisis de un texto narrativo y de cada uno de sus
subgéneros (cuento, leyenda, novela, fabula, mito).
1.- Título
¿Qué sugiere el título?
Sintaxis: Organización gramatical
Polisemia: Diversas interpretaciones posibles del título
Anclaje
externo: Umbral con el universo exterior al texto.
¿Cómo se relaciona
con el resto del cuento?
Anclaje
interno: Alusión a elementos del relato.
2.- Inicio
¿Cuál es la función del inicio?
Extensión y funciones narrativas.
¿Existe relación entre el inicio y el final?
Intriga de predestinación: Anuncio del final.
3.- Narrador
¿Desde qué perspectiva (temporal, espacial, ideológica) se narra?
Sintaxis: Persona y tiempo gramatical
Distancia: Grado de
omnisciencia y participación
Perspectiva:
Interna o externa a la acción
Focalización:
Qué se menciona, qué se omite.
Tono: Intimista, irónico,
épico, nostálgico.
4.- Personajes
¿Quiénes son los personajes?
Personajes
planos: Arquetipos y estereotipos
Protagonista:
Personaje focalizador de la atención.
Conflicto
interior: Contradicción entre pensamientos y acciones.
Conflicto exterior: Oposición entre
personajes
Dimensión
psicológica: Evolución moral del protagonista.
Doppelganger: Doble del
protagonista.
5.- Lenguaje
¿Cómo
es el lenguaje del cuento?
Convencionalidad:
Lenguaje tradicional o experimental.
Figuras: Ironía,
metáfora, metonimia.
Relaciones: Repeticiones, contradicciones, tensiones.
Juegos:
Similitudes, polisemia, paradojas.
6.- Espacio
¿Dónde
transcurre la historia?
Determinación: Grado de precisión del espacio físico
¿Qué
importancia tienen el espacio y los objetos?
Espacio
referencial: Dimensión ideológica del cronotopo.
Desplazamientos: Significación
del desarrollo narrativo
Objetos:
Descripción y efecto de realidad.
7.- Tiempo
¿Cuándo ocurre lo narrado?
Tiempo referencial: Dimensión histórica del cronotopo.
¿Cuál es la
secuencia de los hechos narrados? (Historia)
Tiempo secuencial:
Verosimilitud causal, lógica y cronológica.
¿Cómo es narrada la historia?
(Discurso)
Tiempo diegético (Relación entre historia y discurso): Duración,
frecuencia, orden (prolepsis, analepsis, elipsis, anáfora, catáfora).
¿Qué otros
tiempos definen al cuento?
Tiempo gramatical: Voz narrativa
Tiempo psicológico: Interno de los personajes (especialización del
tiempo) Tiempo de la escritura: Cuentos sobre el cuento.
Tiempo
de la lectura: Ritmo y densidad textual
8.- Género
¿Cuál es el género al que pertenece el texto?
Estructuras
convencionales: Fantástico, policiaco, erótico, etc.
Modalidades: Trágica, Melodramático,
Moralizante, Irónica.
9.- Intertextualidad
¿Qué
relaciones intertextuales existen en el texto?
Estrategias:
Citación, alusión, pastiche, parodia, simulacro.
Intercodicidad: Música,
pintura, teatro, arquitectura.
Híbridos:
Liminalidad (poema en prosa, recreación documental)
¿Hay subtextos?
Temas: Sentido
alegórico, metafórico, mítico, irónico. etc.
10.- Final
¿El final es epifánico?
Cuento
clásico: Final epifánico
Cuento moderno: Final abierto
Cuento posmoderno: Final
paradójico (Simulacro: a la vez epifánico y abierto).
11.- Autor
¿Quién es el autor?
Nacionalidad,
edad, todos los datos posibles del autor.
12.- Escritura
Cuál es el cronotopo de la creación del texto.
13.- Historia
La anécdota detrás del cuento.
¿Qué historia se cuenta?
14.-Idioma
En qué idioma fue escrita y en qué idioma fue leída.
15.- Edición
¿Cuál es el cronotopo de la edición original del texto?
16.- Difusión
Material
publicitario que se utilizó para dar a conocer la obra
17.- Crítica
Objeto de estudio de
las ediciones anotadas.
Estudios que se han hecho a partir de dar a conocer las obras.
18.- Análisis
Si
la obra ha sido objeto de alguna investigación
19.- Ideología
¿Qué visión del mundo representa?
En
cuanto a raza, género, clase, etcétera.
20.- Lector
Mundivivencia del lector.
La
historia de las lecturas del lector.
ELEMENTOS
PARA ANALIZAR UN CUENTO:
1. escribe el tema: es de lo
que mas habla el texto
2.el asunto: ideas principales que amplían el
tema.
3. argumento: es donde se amplia el tema y el
asunto
4. Acción
+Desarrollo:
+Planteamiento:
+Clímax:
5. Ideas: el mensaje del autor
6. Motivo: hecho que se repite
7. Espacio: ambiente, lugar
8. Ambiente: objetos de la escenografía.
9. tiempo: objetivo (cronológico), subjetivo (como
si se narrara en tercera persona.), Atemporal (no tiene tiempo especificado)
10. Personajes: principales, secundarios y
terciarios.
ELEMENTOS
PARA ANALIZAR UNA LEYENDA:
En cada una de las leyendas se presenta o presentan varios temas
distintos, pero todos tratan sobre un valor que es el que caracteriza y
clasifica a estas leyendas y a su autor en el romanticismo: el
amor en sus diferentes tipos que se encuentran. Hay diferentes tipos de amor, pero los que
más sobresalen son el platónico, el fraternal, devoción o amor hacia dioses,
sexual, auto personal, a primera vista,
abstracto o inanimado, etc. Las leyendas en particular muestran amores
platónicos, este amor se presenta en la mayoría, en el caso del Maese Pérez se
puede presentar el inanimado que es el amor hacia objetos, hacia dioses o
devoción, que según la época es muy importante tener amor a Dios incluso hasta
ahora aunque con menos intensidad. También se hace presente el amor a primera vista y platónico en “La cueva de la mora”,
incluso la árabe deja su religión para morir con su amor como cristianos. | En
las leyendas y otras obras de Bécquer se presencia
que la mujer es muy importante en rimas e historias
que él escribe, sin la mujer no hay belleza, la inspiración para
crear por ejemplo poemas, además de ser la explicación de existencia de los hombres.
A parte de la anterior explicación, la mujer representa o
simboliza varias cosas y precisamente de ellas se trata centrándose el tema en
lo que ellas digan hagan, o simplemente son parte fundamental de la
historia, como en “El caudillo de las manos rojas”, como en algunas leyendas la mujer simboliza la muerte; o en
otras que simplemente no toman un rol protagónico y forman parte de la
historia. Pero una cosa sí está en claro: por lo menos Bécquer pone una mujer
en cada historia. | El lugar donde transcurren las leyendas son casi exclusivamente en las
regiones de la actual España, probablemente donde él se ha encontrado.
Lugares y ciudades como
Toledo, Gomera, Aragón, etc., son algunos ejemplos.
ELEMENTOS PARA ANALIZAR UNA NOVELA:
CONTENIDO:
A. Título: su sentido y función.
B. Asunto (resumen de la obra)
C. Tema (idea dominante)
D. Elementos de la novela:
1. Personajes:
a. Clasificación, caracteres, tipos, símbolos
b. Caracterización directa o indirecta
c. Relación entre personaje y acción
d. Relación entre personajes y ambiente
2. Ambiente:
a. Escenario y época (el donde y el cuando de los hechos)
b. Índole real o ficticia, rural o urbana, actual o del pasado
c. Atmósfera (sensación que prevalece en la obra)
3. Acción:
a. Naturaleza:
1. Interna o externa
2. En el tiempo o en el espacio o en ambos
3. Tiempo de duración de la acción y tiempo vivido.
b. Lógica y motivación:
1. Relación causal o casual.
2. Obedece a motivos o propósitos humanamente comprensibles o actúa arbitrariamente o movido por fuerzas superiores.
A. Título: su sentido y función.
B. Asunto (resumen de la obra)
C. Tema (idea dominante)
D. Elementos de la novela:
1. Personajes:
a. Clasificación, caracteres, tipos, símbolos
b. Caracterización directa o indirecta
c. Relación entre personaje y acción
d. Relación entre personajes y ambiente
2. Ambiente:
a. Escenario y época (el donde y el cuando de los hechos)
b. Índole real o ficticia, rural o urbana, actual o del pasado
c. Atmósfera (sensación que prevalece en la obra)
3. Acción:
a. Naturaleza:
1. Interna o externa
2. En el tiempo o en el espacio o en ambos
3. Tiempo de duración de la acción y tiempo vivido.
b. Lógica y motivación:
1. Relación causal o casual.
2. Obedece a motivos o propósitos humanamente comprensibles o actúa arbitrariamente o movido por fuerzas superiores.
II. FORMA:
A. Estructura o composición:
1. Exposición
2. Nudo
3. Desarrollo
4. Punto culminante
5. Resolución
B. Composición: lógica o artística
C. Relación entre contenido y estructura:
D. Aspectos técnicos:
1. Punto de vista
2. Técnicas narrativas
3. Relación entre el autor y la forma
E. Estilo:
1. El lenguaje y sus particularidades: la lengua.
2. Relación entre contenido y forma
3. Relación entre autor y forma
F. Apreciación y valores de la novela:
1. Valores diversos: lógicos, éticos, estéticos, lingüísticos, etc.
A. Estructura o composición:
1. Exposición
2. Nudo
3. Desarrollo
4. Punto culminante
5. Resolución
B. Composición: lógica o artística
C. Relación entre contenido y estructura:
D. Aspectos técnicos:
1. Punto de vista
2. Técnicas narrativas
3. Relación entre el autor y la forma
E. Estilo:
1. El lenguaje y sus particularidades: la lengua.
2. Relación entre contenido y forma
3. Relación entre autor y forma
F. Apreciación y valores de la novela:
1. Valores diversos: lógicos, éticos, estéticos, lingüísticos, etc.
ELEMENTOS
PARA ANALIZAR UNA FABULA:
El género
|
|
Las fábulas pueden estar escritas en verso o en
prosa.
|
|
La brevedad
|
|
Suelen ser historias breves.
|
|
La
presencia de los elementos esenciales de la narración
|
|
Acostumbra a haber un
narrador que cuenta lo que les sucede (acción) unos personajes en un lugar y
en un tiempo indeterminados. Las fábulas, como los cuentos populares, no se
sitúan en una época concreta. Son intemporales.
|
|
Una estructura sencilla
|
|
El esquema de muchas fábulas empieza con la
presentación de una situación inicial, tras la cual se plantea un problema,
que unas veces tiene solución y otras no. La historia finaliza con una
moraleja.
|
|
Los personajes
|
|
Los personajes son, en su
mayoría, animales u objetos humanizados.
|
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Los
temas
Los vicios son los temas tratados en las fábulas
(la envidia, la avaricia, la arrogancia, la mentira…).
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La intención
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Detrás de cada fábula hay una crítica hacia
ciertos comportamientos y actitudes, que se disimula con el uso de personajes
humanizados.
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La moraleja
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La moraleja es una
enseñanza moral, es decir, un consejo o pauta de conducta. La moraleja puede
ser una frase o una estrofa. La más corriente es el pareado, una estrofa de
dos versos que riman entre sí.
ELEMENTOS PARA ANALIZAR UN MITO:
1. Que sean mentira en su
conjunto.
2. Que tengan elementos de realidad comprobables. 3. Que sea difícil descubrirlos. 4. Que sea un grupo de personas que tengan cierto poder en algo, quienes custodien el secreto. 5. Que existan ritos alrededor de ellos, que no te lleven a la comprobación de su existencia, pero que hagan reflexionar a la gente sobre ellos y crear nuevas opiniones sobre ellos.
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EL GATO NEGRO
EDGAR ALLAN POE
No espero ni remotamente que se
conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a
relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos
rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente
no sueño. Pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma. Me propongo
presentar ante el mundo, clara, sucintamente y sin comentarios, una serie de
sencillos sucesos domésticos. Por sus consecuencias, estos sucesos me han
torturado, me han anonadado. Con todo, sólo trataré de aclararlos. A mí sólo
horror me han causado, a muchas personas parecerán tal vez menos terribles
que estrambóticos. Quizá más tarde surja una inteligencia que de a mi visión
una forma regular y tangible; una inteligencia más serena, más lógica, y,
sobre todo, menos excitable que la mía, que no encuentre en las
circunstancias que relato con horror más que una sucesión de causas y de
efectos naturales.
Una noche que entré en casa
completamente borracho, me pareció que el gato evitaba mi vista. Lo agarré,
pero, espantado de mi violencia, me hizo en una mano con sus dientes una herida
muy leve. Mi alma pareció que abandonaba mi cuerpo, y una rabia más que
diabólica, saturada de ginebra, penetró en cada fibra de mi ser. Saqué del
bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí, agarré al pobre animal por la
garganta y deliberadamente le hice saltar un ojo de su órbita. Me avergüenzo,
me consumo, me estremezco al escribir esta abominable atrocidad.La docilidad y la humanidad fueron mis características durante mi niñez. Mi ternura de corazón era tan extremada, que atrajo sobre mí las burlas de mis camaradas. Sentía extraordinaria afición por los animales, y mis parientes me habían permitido poseer una gran variedad de ellos. Pasaba en su compañía casi todo el tiempo y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer o acariciaba. Esta singularidad de mi carácter aumentó con los años, y cuando llegué a ser un hombre, vino a constituir uno de mis principales placeres. Para los que han profesado afecto a un perro fiel e inteligente, no es preciso que explique la naturaleza o la intensidad de goces que esto puede proporcionar. Hay en el desinteresado amor de un animal, en su abnegación, algo que va derecho al corazón del que ha tenido frecuentes ocasiones de experimentar su humilde amistad, su fidelidad sin límites. Me casé joven, y tuve la suerte de encontrar en mi esposa una disposición semejante a la mía. Observando mi inclinación hacia los animales domésticos, no perdonó ocasión alguna de proporcionarme los de las especies más agradables. Teníamos pájaros, un pez dorado, un perro hermosísimo, conejitos, un pequeño mono y un gato. Este último animal era tan robusto como hermoso, completamente negro y de una sagacidad maravillosa. Respecto a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era bastante supersticiosa, hacía frecuentes alusiones a la antigua creencia popular, que veía brujas disfrazadas en todos los gatos negros. Esto no quiere decir que ella tomase esta preocupación muy en serio, y si lo menciono, es sencillamente porque me viene a la memoria en este momento. Plutón, este era el nombre del gato, era mi favorito, mi camarada. Yo le daba de comer y él me seguía por la casa adondequiera que iba. Esto me tenía tan sin cuidado, que llegué a permititirle que me acompañase por las calles. Nuestra amistad subsistió así muchos años, durante los cuales mi carácter, por obra del demonio de la intemperancia, aunque me avergüence de confesarlo, sufrió una alteración radical. Me hice de día en día más taciturno, más irritable, más indiferente a los sentimientos ajenos. Llegué a emplear un lenguaje brutal con mi mujer. Más tarde, hasta la injurié con violencias personales. Mis pobres favoritos, naturalmente, sufrieron también el cambio de mi carácter. No solamente los abandonaba, sino que llegué a maltratarlos. El afecto que a Plutón todavía conservaba me impedía pegarle, así como no me daba escrúpulo de maltratar a los conejos, al mono y aun al perro, cuando por acaso o por cariño se atravesaban en mi camino. Mi enfermedad me invadía cada vez más, pues ¿qué enfermedad es comparable al alcohol?, y, con el tiempo, hasta el mismo Plutón, que mientras tanto envejecía y naturalmente se iba haciendo un poco desapacible, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor. Por la mañana, al recuperar la razón, cuando se hubieron disipado los vapores de mi crápula nocturna, experimenté una sensación mitad horror mitad remordimiento, por el crimen que había cometido; pero fue sólo un débil e inestable pensamiento, y el alma no sufrió las heridas. Persistí en mis excesos, y bien pronto ahogué en vino todo recuerdo de mi criminal acción. El gato sanó lentamente. La órbita del ojo perdido presentaba, en verdad, un aspecto horroroso, pero en adelante no pareció sufrir. Iba y venía por la casa, según su costumbre; pero huía de mí con indecible horror. Aún me quedaba lo bastante de mi benevolencia anterior para sentirme afligido por esta antipatía evidente de parte de un ser que tanto me había amado. Pero a este sentimiento bien pronto sucedió la irritación. Y entonces desarrollóse en mí, para mi postrera e irrevocable caída, el espíritu de la perversidad, del que la filosofía no hace mención. Con todo, tan seguro como existe mi alma, yo creo que la perversidad es uno de los primitivos impulsos del corazón humano; una de las facultades o sentimientos elementales que dirigen al carácter del hombre. ¿Quién no se ha sorprendido cien veces cometiendo una acción sucia o vil, por la sola razón de saber que no la debía cometer? ¿No tenemos una perpetua inclinación, no obstante la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es ley, sencillamente porque comprendemos que es ley? Este espíritu de perversidad, repito, causó mi ruina completa. El deseo ardiente, insondable del alma de atormentarse a sí misma, de violentar su propia naturaleza, de hacer el mal por amor al mal, me impulsaba a continuar el Suplicio a que había condenado al inofensivo animal. Una mañana, a completa sangre fría, le puse un nudo corredizo alrededor del cuello y lo colgué de una rama de un árbol; lo ahorqué con los ojos arrasados en lágrimas, experimentando el más amargo remordimiento en el corazón; lo ahorqué porque me constaba que me había amado y porque sentía que no me hubiese dado ningún motivo de cólera; lo ahorqué porque sabía que haciéndolo así cometía un pecado, un pecado mortal que comprometía mi alma inmortal, al punto de colocarla, si tal cosa es posible, fuera de la misericordia infinita del Dios misericordioso y terrible. En la noche que siguió al día en que fue ejecutada esta cruel acción, fui despertado a los gritos de «¡fuego!» Las cortinas de mi lecho estaban convertidas en llamas. Toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad escapamos del incendio mi mujer, un criado y yo. La destrucción fue completa. Se aniquiló toda mi fortuna, y entonces me entregué a la desesperación. No trato de establecer una relación de la causa con el efecto, entre la atrocidad y el desastre: estoy muy por encima de esta debilidad. Sólo doy cuenta de una cadena de hechos, y no quiero que falte ningún eslabón. El día siguiente al incendio visité las ruinas. Los muros se habían desplomado, exceptuando uno solo, y esta única excepción fue un tabique interior poco sólido, situado casi en la mitad de la casa, y contra el cual se apoyaba la cabecera de mi lecho. Dicha pared había escapado en gran parte a la acción del fuego, cosa que yo atribuí a que había sido recientemente renovada. En torno de este muro agrupábase una multitud de gente y muchas personas parecían examinar algo muy particular con minuciosa y viva atención. Las palabras « ¡extraño!» « ¡Singular!» y otras expresiones semejantes excitaron mi curiosidad. Me aproximé y vi, a manera de un bajo relieve esculpido sobre la blanca superficie, la figura de un gato gigantesco. La imagen estaba estampada con una exactitud verdaderamente maravillosa. Había una cuerda alrededor del cuello del animal. Al momento de ver esta aparición, pues como a tal, en semejante circunstancia, no podía por menos de considerarla, mi asombro y mi temor fueron extraordinarios. Pero, al fin, la reflexión vino en mi ayuda. Recordé entonces que el gato había sido ahorcado en un jardín, contiguo a la casa. A los gritos de alarma, el jardín habría sido inmediatamente invadido por la multitud y el animal debió haber sido descolgado del árbol por alguno y arrojado en mi cuarto a través de una ventana abierta. Esto seguramente, había sido hecho con el fin de despertarme. La caída de los otros muros había aplastado a la víctima de mi crueldad en el yeso recientemente extendido; la cal de este muro, combinada con las llamas y el amoníaco desprendido del cadáver, habría formado la imagen, tal como yo la veía. Merced a este artificio logré satisfacer muy pronto a mi razón, mas no pude hacerlo tan rápidamente con mi conciencia, por que el suceso sorprendente que acabo de relatar, grabóse en mi imaginación de una manera profunda. Hasta pasados muchos meses no pude desembarazarme del espectro del gato, y durante este período envolvió mi alma un semisentimiento. Muy semejante al remordimiento. Llegué hasta llorar la pérdida del animal y a buscar en torno mío, en los tugurios miserables, que tanto frecuentaba habitualmente, otro favorito de la misma especie y de una figura parecida que lo reemplazara. Ocurrió que una noche que me hallaba sentado, medio aturdido, en una taberna más que infame, fue repentinamente solicitada mi atención hacia un objeto negro que reposaba en lo alto de uno de esos inmensos toneles de ginebra o ron que componían el principal ajuar de la sala. Hacía algunos momentos que miraba a lo alto de este tonel, y lo que me sorprendía era no haber notado más pronto el objeto colocado encima. Me aproximé, tocándolo con la mano. Era un enorme gato, tan grande por lo menos como Plutón, e igual a él en todo, menos en una cosa. Plutón no tenía ni un pelo blanco en todo el cuerpo, mientras que éste tenía una salpicadura larga y blanca, de forma indecisa que le cubría casi toda la región del pecho. No bien lo hube acariciado cuando se levantó súbitamente, prorrumpió en continuado ronquido, se frotó contra mi mano y pareció muy contento de mi atención. Era, pues, el verdadero animal que yo buscaba. Al momento propuse, al dueño de la taberna comprarlo, pero éste no se dio por entendido: yo no lo conocía ni lo había visto nunca antes de aquel momento. Continué acariciándolo y, cuando me preparaba a regresar a mi casa, el animal se mostró dispuesto a acompañarme. Le permití que lo hiciera, agachándome de vez en cuando para acariciarlo durante el camino. Cuando estuvo en mi casa, se encontró como en la suya, e hízose en seguida gran amigo de mi mujer. Por mi parte, bien pronto sentí nacer antipatía contra él. Era casualmente lo contrario de lo que yo había esperado; no sé cómo ni por qué sucedió esto: su empalagosa ternura me disgustaba, fatigándome casi. Poco a poco, estos sentimientos de disgusto y fastidio convirtiéronse en odio. Esquivaba su presencia; pero una especie de sensación de bochorno y el recuerdo de mi primer acto de crueldad me impidieron maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de golpearlo con violencia; llegué a tomarle un indecible horror, y a huir silenciosamente de su odiosa presencia, como de la peste. Seguramente lo que aumentó mi odio contra el animal fue el descubrimiento que hice en la mañana siguiente de haberlo traído a casa: lo mismo que Plutón, él también había sido privado de uno de sus ojos. Esta circunstancia hizo que mi mujer le tomase más cariño, pues, como ya he dicho, ella poseía en alto grado esta ternura de sentimientos que había sido mi rasgo característico y el manantial frecuente de mis más sencillos y puros placeres. No obstante, el cariño del gato hacia mí parecía acrecentarse en razón directa de mi aversión contra él. Con implacable tenacidad, que no podrá explicarse el lector, seguía mis pasos. Cada vez que me sentaba, acurrucábase bajo mi silla o saltaba sobre mis rodillas, cubriéndome con sus repugnantes caricias. Si me levantaba para andar, se metía entre mis piernas y casi me hacía caer al suelo, o bien introduciendo sus largas y afiladas garras en mis vestidos, trepaba hasta mi pecho. En tales momentos, aunque hubiera deseado matarlo de un solo golpe, me contenía en parte por el recuerdo de mi primer crimen, pero principalmente debo confesarlo, por el terror que me causaba el animal. Este terror no era de ningún modo el espanto que produce la perspectiva de un mal físico, pero me sería muy difícil denominarlo de otro modo. Lo confieso abochornado. Sí; aun en este lugar de criminales, casi me avergüenzo al afirmar que el miedo y el horror que me inspiraba el animal se habían aumentado por una de las mayores fantasías que es posible concebir. Mi mujer habíame hecho notar más de una vez el carácter de la mancha blanca de que he hablado y en la que estribaba la única diferencia aparente entre el nuevo animal y el matado por mí. Seguramente recordará el lector que esta marca, aunque grande, estaba primitivarnente indefinida en su forma, pero lentamente, por grados imperceptibles, que mi razón se esforzó largo tiempo en considerar como imaginarios, había llegado a adquirir una rigurosa precisión en sus contornos. Presentaba la forma de un objeto que me estremezco sólo al nombrarlo: y esto era lo que sobre todo me hacía mirar al monstruo con horror y repugnancia, y me habría impulsado a librarme de él, ni me hubiera atrevido: la imagen de una cosa horrible y siniestra, la imagen de la horca. ¡Oh lúgubre y terrible aparato, instrumento del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte! Y heme aquí convertido en un miserable, más allá de la miseria de la humanidad. Un animal inmundo, cuyo hermano yo había con desprecio destruido, una bestia bruta creando para mí -para mí, hombre formado a imagen del Altísimo-, un tan grande e intolerable infortunio. ¡Desde entonces no volví a disfrutar de reposo, ni de día ni de noche! Durante el día el animal no me dejaba ni un momento, y por la noche, a cada instante, cuando despertaba de mi sueño, lleno de angustia inexplicable, sentía el tibio aliento de la alimaña sobre mi rostro, y su enorme peso, encarnación de una pesadilla que no podía sacudir, posado eternamente sobre mi corazón. Tales tormentos influyeron lo bastante para que lo poco de bueno que quedaba en mí desapareciera. Vinieron a ser mis íntimas preocupaciones los más sombríos y malvados pensamientos. La tristeza de mi carácter habitual se acrecentó hasta odiar todas las cosas y a toda la humanidad; y, no obstante, mi mujer no se quejaba nunca, ¡ay! ella era de ordinario el blanco de mis iras, la más paciente víctima de mis repentinas, frecuentes e indomables explosiones de una cólera a la cual me abandonaba ciegamente. Ocurrió, que un día que me acompañaba, para un quehacer doméstico, al sótano del viejo edificio donde nuestra pobreza nos obligaba a habitar, el gato me seguía por la pendiente escalera, y, en ese momento, me exasperó hasta la demencia. Enarbolé el hacha, y, olvidando en mi furor el temor pueril que hasta entonces contuviera mi mano, asesté al animal un golpe que habría sido mortal si le hubiese alcanzado como deseaba; pero el golpe fue evitado por la mano de mi mujer. Su intervención me produjo una rabia más que diabólica; desembaracé mi brazo del obstáculo y le hundí el hacha en el cráneo. Y sucumbió instantáneamente, sin exhalar un solo gemido mi desdichada mujer. Consumado este horrible asesinato, traté de esconder el cuerpo. Juzgué que no podía hacerlo desaparecer de la casa, ni de día ni de noche, sin correr el riesgo de ser observado por los vecinos. Numerosos proyectos cruzaron por mi mente. Pensé primero en dividir el cadáver en pequeños trozos y destruirlos por medio del fuego. Discurrí luego cavar una fosa en el suelo del sótano. Pensé más tarde arrojarlo al pozo del patio: después meterlo en un cajón, como mercancía, en la forma acostumbrada, y encargar a un mandadero que lo llevase fuera de la casa. Finalmente, me detuve ante una idea que consideré la mejor de todas. Resolví emparedarlo en el sótano, como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas. En efecto, el sótano parecía muy adecuado para semejante operación. Los muros estaban construidos muy a la ligera, y recientemente habían sido cubiertos, en toda su extensión de una capa de mezcla, que la humedad había impedido que se endureciese. Por otra parte, en una de las paredes había un hueco, que era una falsa chimenea, o especie de hogar, que había sido enjalbegado como el resto del sótano. Supuse que me sería fácil quitar los ladrillos de este sitio, introducir el cuerpo y colocarlos de nuevo de manera que ningún ojo humano pudiera sospechar lo que allí se ocultaba. No salió fallido mi cálculo. Con ayuda de una palanqueta, quité con bastante facilidad los ladrillos, y habiendo colocado cuidadosamente el cuerpo contra el muro interior, lo sostuve en esta posición hasta que hube reconstituido, sin gran trabajo toda la obra de fábrica. Habiendo adquirido cal y arena con todas las precauciones imaginables, preparé un revoque que no se diferenciaba del antiguo y cubrí con él escrupulosamente el nuevo tabique. El muro no presentaba la más ligera señal de renovación. Hice desaparecer los escombros con el más prolijo esmero y expurgué el suelo, por decirlo así. Miré triunfalmente en torno mío, y me dije: «Aquí, a lo menos, mi trabajo no ha sido perdido». Lo primero que acudió a mi pensamiento fue buscar al gato, causa de tan gran desgracia, pues, al fin, había resuelto darle muerte. De haberle encontrado en aquel momento, su destino estaba decidido; pero, alarmado el sagaz animal por la violencia de mi reciente acción, no osaba presentarse ante mí en mi actual estado de ánimo. Sería tarea imposible describir o imaginar la profunda, la feliz sensación de consuelo que la ausencia del detestable animal produjo en mi corazón. No apareció en toda la noche, y por primera vez desde su entrada en mi casa, logré dormir con un sueño profundo y sosegado: sí, dormí, como un patriarca, no obstante tener el peso del crimen sobre el alma. Transcurrieron el segundo y el tercer día, sin que volviera mi verdugo. De nuevo respiré como hombre libre. El monstruo en su terror, había abandonado para siempre aquellos lugares. Me parecía que no lo volvería a ver. Mi dicha era inmensa. El remordimiento de mi tenebrosa acción no me inquietaba mucho. Instruyóse una especie de sumaria que fue sobreseída al instante. La indagación practicada no dio el menor resultado. Habían pasado cuatro días después del asesinato, cuando una porción de agentes de policía se presentaron inopinadamente en casa, y se procedió de nuevo a una prolija investigación. Como tenía plena confianza en la impermeabilidad del escondrijo, no experimenté zozobra. Los funcionarios me obligaron a acompañarlos en el registro, que fue minucioso en extremo. Por último, y por tercera o cuarta vez, descendieron al sótano. Mi corazón latía regularmente, como el de un hombre que confía en su inocencia. Recorrí de uno a otro extremo el sótano, crucé mis brazos sobre mi pecho y me paseé afectando tranquilidad de un lado para otro. La justicia estaba plenamente satisfecha, y se preparaba a marchar. Era tanta la alegría de mi corazón, que no podía contenerla. Me abrasaba el deseo de decir algo, aunque no fuese más que una palabra en señal de triunfo, y hacer indubitable la convicción acerca de mi inocencia. -Señores -dije, al fin, cuando la gente subía la escalera-, estoy satisfecho de haber desvanecido vuestras sospechas. Deseo a todos buena salud y un poco más de cortesía. Y de paso caballeros, vean aquí una casa singularmente bien construida (en mi ardiente deseo de decir alguna cosa, apenas sabía lo que hablaba). Yo puedo asegurar que ésta es una casa admirablemente hecha. Esos muros... ¿Van ustedes a marcharse, señores? Estas paredes están fabricadas sólidamente. Y entonces, con una audacia frenética, golpeé fuertemente con el bastón que tenía en la mano precisamente sobre la pared de tabique detrás del cual estaba el cadáver de la esposa de mi corazón. ¡Ah! que al menos Dios me proteja y me libre de las garras del demonio. No se había extinguido aún el eco de mis golpes, cuando una voz surgió del fondo de la tumba: un quejido primero, débil y entrecortado como el sollozo de un niño, y que aumentó después de intensidad hasta convertirse en un grito prolongado, sonoro y continuo, anormal y antihumano, un aullido, un alarido a la vez de espanto y de triunfo, como solamente puede salir del infierno, como horrible armonía que brotase a la vez de las gargantas de los condenados en sus torturas y de los demonios regocijándose en sus padecimientos. Relatar mi estupor sería Insensato. Sentí agotarse mis fuerzas, y caí tambaleándome contra la pared opuesta. Durante un instante, los agentes, que estaban ya en la escalera, quedaron paralizados por el terror. Un momento después, una docena de brazos vigorosos caían demoledores sobre el muro, que vino a tierra en seguida. El cadáver, ya bastante descompuesto y cubierto de sangre cuajada, apareció rígido ante la vista de los espectadores. Encima de su cabeza, con las rojas fauces dilatadas y el ojo único despidiendo fuego, estaba subida la abominable bestia, cuya malicia me había inducido al asesinato, y cuya voz acusadora me había entregado al verdugo... Al tiempo mismo de esconder a mi desgraciada víctima, había emparedado al monstruo.
ANALISIS:
Narrado: Edgar Allan Poe
Personajes: El
personaje principal es el narrador que cuenta su vida y es autor de un crimen
y en alguna forma lo es también el gato negro (Pluto).
El personaje secundario es la mujer del narrador y víctima del crimen de algún modo también otro gato que tuvo antes.
Argumento:
El protagonista era un hombre de carácter dócil y bondadoso. Convive junto su esposa y sus animales, afición que comparten. Él tenía más amistad con su gato negro llamado Plutón que con los demás animales, el gato lo seguía a todas partes mostrándole su cariño. Pero esto cambió cuando el hombre empezó a sufrir un cambio en su personalidad por causa del alcohol. Maltrataba a su esposa y animales, excepto al gato que le tenía un enorme respeto, en cambio una noche cuando llegó a casa, le sacó un ojo al gato por mordisquearle la mano, pero esto no fue el final, para acabar con el daño que le hizo al animal, a la mañana siguiente lo ahorcó en un árbol. Por la noche del mismo día el hombre y su esposa tuvieron que huir de su casa por un incendio, por la mañana él visitó la casa en ruinas y observó que en una pared había la imagen de un gran gato. Esto le provocó vivir con remordimientos y mal sueño. Una noche el hombre descubrió en un bar un gato negro parecido a Plutón, que se llevó a su casa. Pero pronto empezó a sentir odio por el animal. Un día el hombre bajó al sótano de la nueva casa donde vivían, por culpa del gato él casi se cae por las escaleras, así que cogió un hacha para acabar con él. En vez de matar al gato mató a su mujer por intentar impedírselo. El protagonista escondió el cadáver de su esposa dentro de una de las paredes del sótano y sin darse cuenta también al gato, que lo delató con sus gemidos cuando la policía estaba registrando la casa.
Estructura:
Planteamiento: Desde el principio cuando el protagonista es bondadoso y quiere a los animales y a su mujer, hasta que cambia su carácter a causa del alcohol. Nudo: Desde que empieza a ser víctima del alcohol y se desenvolupa la trama, hasta que la policía va a registrar la casa. Desenlace: La policía descubre el cadáver de su mujer a causa de los gemidos del gato, y él va a la cárcel. Personajes: El protagonista: Es un hombre dócil y bondadoso, tiene una gran afición por los animales, pero todo su carácter cambia por culpa del alcohol, se vuelve perverso, maleducado, irritable, violento y capaz de ejecutar verdaderas atrocidades. Acaba en la cárcel. La esposa: Tiene las aficiones de su marido antes de que cambie. Después es maltratada psíquica y físicamente, acaba asesinada por su marido. El gato Plutón: Es el animal preferido del protagonista, es muy astuto y cariñoso, hasta que su amo cambia, entonces se vuelve distante. Acaba ahorcado en un árbol y es el causante de toda la paranoia que sufre su amo. El otro gato: También es muy cariñoso y sigue a su amo por todos lados, aunque él le odie. Acaba delatándole a la policía con sus gemidos.
Ambiente:
En el cuento, el ambiente geográfico, básicamente se realiza en una
casa y en un suburbio no especificado. Aunque también es de misterio y tiene
un final macabro.
BIOGRAFIA:
Edgar Allan Poe (1809-1849); nacido el 19 de enero de 1809, en Boston,
hijo de Elizabeth y David Poe, actores de teatro, fue forjando su carácter a
través de varios factores importantes que influyeron en su desarrollo
intelectual: la herencia de sus padres tuberculosos significó, tal vez, la
salud debilitada y la poca resistencia al alcohol que padeció durante su
vida, la época que los Estados Unidos atravesaba y los cambios sociales que
le tocaron vivir, la guerra entre el Sur y el Norte, la esclavitud, las
leyendas de horror y misterio que los negros contaban, el hecho de que desde
muy pequeño se quedara huérfano y el saber que vivía de la caridad, los
problemas que siempre tuvo con su protector (John Allan), su desarrollo como
ciudadano sureño (estado de Virginia), su estancia en Escocia y Londres.
Todos ellos fueron cuestiones fundamentales que establecieron los cimientos
de lo que sería el trabajo de Poe.
Durante su adolescencia ya empezaba a escribir poemas con los que enamoró a una larga lista de jovencitas, su mayor influencia fue Byron aunque leía todo lo que estaba a su alcance. Su vida universitaria fue rebelde y libertina, a pesar de que siempre estuvo en jaque por el poco apoyo económico que recibía por parte de su protector, también en esta época es cuando el poeta empieza a beber. Lo curioso es que unas cuantas copas bastaban para desquiciarlo; no tenía gran resistencia. Después de su paso por la universidad, Poe rompe relaciones con su protector y sale de su hogar hacia Boston; la miseria y el hambre lo acompañaron y no tuvo más remedio que enrolarse en el ejercito, situación que duró dos años, por lo que tuvo que volver a recurrir a John Allan en busca de ayuda, la cual le fue concedida a cambio de que aceptara un cargo en una Academia Militar, pero a los pocos meses fue despedido por negligencia en el deber, hecho que marcó el rompimiento definitivo del poeta con su protector (por esos entonces, recientemente viudo). Con la posterior muerte de John Allan, el poeta pierde toda esperanza de que su trabajo literario se realizara en condiciones económicas favorables. En 1832 se va a vivir con una tía y una prima a Baltimore, en donde estableció sus primeros contactos para publicar su trabajo. Luego se casó con su prima, Virginia Clemm -doce años menor que él-, con la cual vivió gran parte de su vida e influyó notoriamente en varios de los escritos del poeta. Poe radicó en varias ciudades, Nueva York, Filadelfia, Baltimore, en donde trabajó en revistas como crítico, labor que le costó muchas enemistades por la clase de crítica que realizaba; destrozaba a sus contemporáneos. La característica principal de todos estos empleos radicaba en que recibía un sueldo mísero, pero a cambio le daban la oportunidad de publicar sus relatos y alcanzar la fama. Tristemente, sólo la fama, porque la mayor parte del tiempo vivió en la más absoluta miseria, con algunos lapsos de relativa calma. Edgar Allan Poe escribió alrededor de sesenta cuentos, además de una serie de poemas, aunque a este género no le dedicó el tiempo que él hubiera deseado debido a su precaria situación económica. Algunos de sus relatos más conocidos son: El Escarabajo de Oro, Los Crímenes de la Calle Morgue, El Corazón Delator, El Barril de Amontillado, El Gato Negro, Eureka, La Caída de la Casa Usher, El Retrato Oval, La Máscara de la Muerte Roja. En los que podemos apreciar el genio de Poe, algunos, escritos en momentos de lucidez y otros producto de las crudas crisis que tenía por su afición al alcohol -y a las drogas, según afirman sus contemporáneos-. Es así como hoy han llegado hasta nuestros días todas estas joyas de la literatura, producto del genio intelectual que sólo alguien como Edgar Allan nos pudo regalar. Al final de su difícil vida, Poe estaba hundido absolutamente en la desgracia; con la muerte de Virginia (1947), su vida se vino abajo, mantuvo relaciones con Sarah Helen Whitman y con Elmira, su novia de juventud, pero ya todo estaba resuelto, nunca se volvería a levantar. Edgar Allan Poe murió el 7 de octubre de 1849, después de un fatigoso viaje a Richmond. Acabado, en un hospital de Baltimore, sus últimas palabras fueron: "Que Dios ayude a mi pobre alma".
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LEYENDA DEL MOLINO SAN ANTONIO DE OQUITOA
LA RESUCITADA.
En aquellos lejanos años de la
colonización del norte de Sonora por el padre Eusebio Francisco Kino y demás
evangelizadores, se formaron en torno a las misiones, pueblos de españoles, que
laboriosos como era su característica, se dieron a la tarea de fundar
industrias, entre ella la harinera, ya que era el trigo uno de los alimentos
preferidos por los iberos y su descendencia. En la misión de San Antonio de
Oquita se estableció en 1750 un molino que al paso de los años fue administrado
por don Jesús María Cañedo y Tres ríos. Era una hermosa construcción con una
gran toma de agua que hacía girar el enorme batán existente hasta el día de
hoy. Muy blanca y olorosa era la harina del Molino San Antonio, la que
procuraban en algunas otras de las misiones los propios padres misioneros y, no
se diga los hispanos repartidos en los pueblos y caseríos. La casa de don José
María Cañedo y Tres Tíos era amplia, con varias salas y un gran zaguán en donde
cada fin de semana se realizaban alegres tertulias; pues era culta la familia
de don José María; los hijos mayores, 2 varones nacieron en Valencia, España,
pero las 5 hijas restantes nacieron en Oquita. Rosalba Guadalupe era la mayor,
y quizá con mucho la más graciosa y bella de las hijas de don José María Cañedo
y doña Tomasa de la Huerta y de Cañedo. Pero una extraña enfermedad
en esa época de finales del siglo XVIII dio con debilitar a bella Rosalba
Guadalupe hasta hacerle perecer; sus afligidos padres y hermanos lloraron su
muerte y se envolvieron en un luto como nunca se había visto. Tres días habían
pasado de sus funerales en el pequeño panteón de españoles junto al templo en
aquella colina solitaria. Era don José María de Cañedo muy reputado por su nada
disimulada fortuna que se echaban de ver en joyas, muebles y ropa del uso
normal, y no se diga dominical. El molino era un industria que crecía a pasos
agigantados llegando a tener hasta 20 operarios, quienes además de la arrobita
de harina acostumbraba por su jornal semanal, recibían alguna compensación que
en mucho les aligeraba un sus gastos familiares. Un par de ladrones de poca
monta, vagos por tradición y “trabajadores de las cuatro equinas”, como se
decía pues se la pasaban de arriba abajo sin oficio ni beneficio que no fuera
el de empinar la botella de bacanora, urdieron en una de esas pamplinas sin fin
y sin descanso, ir a desenterrar a Rosalba Guadalupe de Cañedo, la primorosa
muchacha que todo varón en edad casadera hubiera deseado frenéticamente a su
lado en el altar. Ante este infortunio, luego de que los padres seguían en el
novenario en la propia iglesia del lugar, el cerrito quedaba totalmente
lóbrego, lo que hacía más propicio renacer la tentación a estos desalmados
ladronzuelos, quienes no merecían mejor suerte que ser colgados de un gran
mezquite o bien fusilado en las propias paredes del Molino que eran amplias y
altísimas. Morir en la hoguera hubiera sido poco castigo para los
profanadores de tumbas. Escarbaron y escarbaron favorecido por la exigua
luz de la noche ya que la luna débil se prestaba a la complicidad más absoluta,
hasta dar con el aún fresco cuerpo de Rosalba Guadalupe, muy bien ataviada con
ropajes de seda; arrancaron los collares de su aún blanco pecho, y así fueron
desvistiéndola hasta dejarle jiruta. Cualquier pieza de la vestimenta,
representaba dinero pues nadie escatimaría en adquirir ropajes tan finos como
de una princesa. Uno de los facinerosos dio con un bello anillo en la mano
izquierda de la dama, trató de sacarlo a como diera lugar, pero éste se
aferraba al dedo anular; desesperado y apurado por consumar el fenomenal hurto
que seguramente los sacaría de la miseria por algún tiempo, sacó su navaja con
la intención de trozar el dedo, pero al momento de hacer el corte, la muchacha
aquella pegó un gran grito de dolor y se sentó en el féretro todavía salpicado
por la tierra que sobre su rostro cayó por las hendijas durante la excavación. Como
era de suponerse los dos ladrones ultrajadores de tumbas salieron disparado
como alma que llevaba el diablo, y ni más ni menos, allá lejos lograron
detenerse y reflexionar sobre el inesperado suceso de ultratumba. Finalmente
decidieron en un pleno examen de conciencia ir a dar aviso a don José María de
Cañedo y Tres Ríos por lo que ellos consideraban un milagro, aun a riesgo de
que fueran tomados presos y conducidos inmediatamente a la horaca, más
tratándose de que se trata. Don José María de Cañeado, su esposa, y sus
hijos, pones y no se diga vecinos de la vieja misión, llegaron con
sus lámparas al panteón en que encontraron a Rosalba Guadalupe sentada afuera
de la tumba. No cabe duda, la habían sepultado vivía. A Dios gracias
estaba de nuevo entre los vivos y su belleza no desmerecía un ápice, ella como
pudo se vistió con las ropas que lo profanadores de tumbas habían dejado
regadas en la huída. Desde luego la alegría colectiva fue a raudales, la
muchacha más, al verse rodeada del cariño desborrado de los suyos. Don
José María de Cañedo y Tres ríos ordenó una gran velada para el día siguiente,
en que los dos ladrones serian premiados pues de no haber sido por esa
actuosidad que existe desde el comienzo del mundo, su hija nio estaría a su
lado de un evo.- Aquellos “héroes” bailaron, comieron y bebieron a sus
anchas, a más que don José María de Cañedo le prometió vivienda, muy buena
participación en la producción del Molino y, lo que era mejor, sin necesidad de
trabajar. Ese sí que era un verdadero milagro.
Análisis.
La leyenda es originaria del pueblo de Oquitoa, Sonora
a mediados del siglo XVIII se trata sobre la extraña situación que vivió una
familia de aquellos tiempos, el tema principal es el extraño suceso de la
resucitación de la mujer que creían muerta pero no lo estaba según esto la
familia de don José María era una familia de alcurnia muy adinerada la a
la cual le sobraban cualquier cosa material, además de que eran muy devotos de
la iglesia, según esto Rosalba la hija mujer mayos de don José María era la más
bella y simpática hasta que le dio una extraña enfermedad de aquel tiempo de la
cual no tenían conocimiento. Al morir ella la arreglan con ropa muy fina y
joyas de un alto valor económico. En el pueblo habían dos vagos que
no se dedicaban a otra cosa más que tomar y tomar un día se les ocurrió
profanar la tumba y despojar a la sepultada de sus alajas, ellos empezaron a
escavar hasta dar con el sepulcro, lo abrieron y le quitaron todo menos un
anillo el cual el ladrón quería de tanto jalar se enfado y saco la
navaja para cortar el dedo pero de pronto Rosalba despertó y se sentó los
ladrones huyeron y dieron la noticia a los familiares a volver vieron a Rosalba
viva y Don José María los gratifico y les dio trabajo por el sorprendente
hallazgo.
Pág.: 68
Investigación de autores:
Jean de La Fontaine.
Jean de La Fontaine (n. Château-Thierry, Aisne, 8 de
julio de 1621 - † París, 13 de abril de 1695) fue un reconocido poeta francés.
Fue capaz de descubrir el fondo de las almas con una
delicadeza maliciosa y un seguro sentido de la comicidad. La Fontaine no se
concede el derecho de predicar los grandes sentimientos, sólo se limita a dar
algunos consejos para hacer al hombre más razonable y feliz. Además La Fontaine
fue un gran fabulista. Sus cuentos y novelas están inspirados por Ariosto,
Boccaccio, François Rabelais y Margarita de Navarra. También es autor de
"Cuentos Galantes" (libertinos), otra faceta de su talento, y que
fueron adaptados al cine por Benazeraf. En 1683 se convirtió en miembro de la
Academia francesa. Está enterrado en el cementerio parisino de PèreLachaise. Sus
fábulas fueron publicadas en múltiples ediciones ilustradas. A mediados del
siglo XVIII, se lanzó una edición en varios tomos, con grabados basados en
diseños de Jean-BaptisteOudry. En 1838 J.J. Grandville ilustró las fábulas,
Gustave Doré hizo lo propio en 1867 y BenjaminRabier lo haría a comienzos del
siglo XX.
Obras
Adonis (1658)
Élégieauxnymphes de Vaux (1661)
Odauroi (1663)
Contes et nouvelles (1665)
Fables (1668)
Amours de Psyché et de Cupidon (Los amores de Psique y
Cupido) (1669)
Recueil de poésieschrétiennes et diverses (1671)
Poème de la captivité de saintMalc (1673)
Daphné (1674)
Nouveauxcontes (1674)
Astrée (1691)
Chech
El lobo y el cordero
Tot (1692)
El que no escucha El ratón cortesano y el ratón
campestre (1691)
Tomás de Iriarte nació el 18 de septiembre de 1750 en
el Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife. Sus padres fueron Bernardo de
Iriarte y Bárbara de las Nieves Hernández de Oropesa, y le dieron diecisiete
hermanos. Iriarte provenía de una familia muy culta, varios de cuyos miembros
se distinguieron como escritores y humanistas, conocidos aristócratas
españoles, cuyo apellido surgió por dinastías austriacas y vascas [cita
requerida]. Se trasladó a Madrid a los 14 años junto con su tío Juan de
Iriarte. Estudió bajo su dirección las lenguas griega y francesa y siendo ya
conocedor del latín y estudioso de la literatura castellana, sucedió a su tío
en su puesto de oficial traductor de la primera Secretaría de Estado, tras la
muerte de éste, en 1771. A partir de ese año hasta 1774 fueron, para Iriarte,
los más fatigosos de su vida, pues además de las tareas de su empleo, el
arreglo de la biblioteca y papeles de su tío, la traducción o composición de
los numerosos dramas que escribió, la traducción de aquellos apéndices y otras
obritas (la mayor parte poéticas) que escribía por gusto propio, como fue un
poemita latino y castellano que imprimió con ocasión del nacimiento del infante
don Carlos III, en 1777, cuidó de las tres ediciones de la Gramática de su tío,
que reconoció muy atentamente y de la recopilación y publicación de los dos
tomos de obras sueltas de aquel literato, traduciendo muchos de los epigramas
que allí se insertan, alguno de los poemas latinos y otros varios ensayos. Su
carrera literaria se inició como traductor de teatro francés. Tradujo además el
Arte poética de Horacio. Tomás de Iriarte fue el primer dramaturgo que
consiguió dar con una fórmula que uniese las exigencias de los tratadistas del
Neoclasicismo literario con los gustos del público. En 1770 había publicado su
comedia Hacer que hacemos, comedia de carácter que retrata a un «fachenda», el
perfecto atareado que nunca hace nada en realidad. La librería, escrita en
1780, no se estrenó hasta 1798: se trata de una comedia en un acto, con algo de
sainete costumbrista pero con la peculiaridad de estar escrita en prosa, forma
que no volverá a repetir su autor en las obras siguientes, que siguen el
sistema de versificación típico de las comedias: romance octosílabo con una
rima en cada acto. En 1788 estrenó El señorito mimado. Iriarte repitió la
fórmula y el éxito con La señorita malcriada, escrita y publicada en 1788 y
estrenada en 1791. Con Guzmán el Bueno (1791) introduce la forma del melólogo o
escena dramática unipersonal con acompañamiento de orquesta, subgénero teatral
creado por Jean Jacques Rousseau. Como traductor no le acompañó la fortuna,
pues fue muy discutida su versión (1777) del Arte poética de Horacio, de la que
escribió Manuel José Quintana: "El texto está reproducido, la poesía no."
Como satírico, compuso el opúsculo en prosa Los literatos en Cuaresma
(1773).Pero es más conocido por sus Fábulas literarias (1782), editadas como la
«primera colección de fábulas enteramente originales» en cuyo prólogo
reivindica ser el primer español en introducir el género, lo cual motivó una
larga contienda con el que había sido amigo desde largo tiempo, Félix María
Samaniego, ya que éste último había publicado su colección de fábulas en 1781,
hecho de sobra conocido por Iriarte.1Iriarte fue sobre todo el prototipo del
cortesano dieciochesco, elegante, culto, cosmopolita y buen conversador; hizo
en Madrid una intensa vida literaria y social. Fue uno de los más asiduos a la
tertulia de la fonda de San Sebastián, amigo de Nicolás Fernández de Moratín y,
sobre todo, de José Cadalso. Con este último mantuvo una larga correspondencia.
La literatura no era el único arte que Iriarte dominaba. También llegó a
inclinarse hacia el ámbito musical, especializándose en tocar el violín y la
viola. Fue también compositor de sinfonías (hoy perdidas) y de la música de su
melólogo Guzmán el Bueno. Como consecuencia de esta afición escribió su poema
didáctico La música (1779) en cinco cantos de silvas, traducido a varios
idiomas y elogiado por el mismísimo Metastasio.Su idea de la poesía era propia
de la Ilustración: "Los pueblos que carecen de poetas carecen de heroísmo;
la poesía conmemora perdurablemente los grandes hechos y las grandes
virtudes."
Fabulas fontaine:
El león:
Un león que era dueño de muchos prados, muchos
bosques, y un gran rebaño de ovejas. Reinaba feliz en su territorio, un día
nació un leoncito, en un lugar vecino, pero este quedo huérfano. Entonces el
rey león, llamo a su Visir, un zorro astuto he inteligente, y le dijo:
-"¿Qué te parece si traemos al huerfanito y lo
criamos?"-El zorro pensó, y respondió:
-"Mi señor, yo nunca me compadezco de huérfanos
como estos. O hay que ser amigos o destruirlos antes de que se hagan
fuertes".
Pero el rey león, no escucho estos consejos, hizo
traer al leoncito a su territorio. Mientras el tiempo transcurría, el rey
envejecía y el leoncito se iba tornando más fuerte, y asolaba toda la región,
haciendo grandes matanzas.
Llegaron reclamos, de todos lados, por los daños que
causaba el joven león, le daban alimentos para calmar su apetito feroz, pero
era incontrolable.
Tarde se dio cuenta el rey león, que tenía que haber
escuchado los consejos del zorro y de esta manera evitar grandes problemas.
Moraleja: Imprudencia que causa resultado fatal es
dejar que prospere la semilla del mal.
El mono y el gato
En la casa de un buen señor, vivían dos animales
malos, traviesos y desagradecidos. Un mono llamado Roko, que le gustaba romper
todo lo que estaba a su alcance solo por diversión y un gato apodado Ratón, que
no le gustaba cazar pero si comer en exceso. Un día en que ambos pasaban por la
puerta de la cocina, vieron sobre el fuego unas castañas que el dueño de casa,
había dejado asando. El mono dijo: -¡Amigo, es hora de dar el gran golpe!-¡Si
yo tuviera las garras que tú tienes, esas castañas ya estarían en mi estomago! El
gato que era muy veloz, sin mediar más palabras, comenzó a retirar una a una
las castañas del fuego, mientras tanto el mono se las iba comiendo sin que el
gato lo advirtiera. Cuando el felino aún no había llegado a comer ninguna,
entro en la cocina el dueño de casa y los ladronzuelos salieron corriendo del
lugar, con gran descontento por parte del gato.
Moraleja: En una sociedad a veces el burlador es burlado
Pag.73 -A TRABAJAR-
Himno:
Un himno es un canto o texto narrativo que, al igual que la oda, expresa sentimientos positivos, de alegría y celebración. En un principio fue una composición coral, para después perpetuarse como género de poesía latina en la Edad Media. Es además la representación musical o literaria de un acontecimiento tan elevado que produce la necesidad de plasmarlo en música o texto. Un himno puede estar dedicado a un dios, un santo, un héroe o a una persona célebre. También puede estar dedicado a celebrar una victoria u otro suceso memorable o a expresar júbilo o entusiasmo. También puede ser una composición musical que identifica a una colectividad, una región, un pueblo o una nación y que une a quienes la interpretan. Estos últimos himnos suelen ser, o bien marchas, o bien poemas líricos. Las marchas suelen festejar victorias militares. Oda: Una oda es una composición poética de tono elevado, que trata asuntos diversos entre los que se recoge una reflexión del poeta. Según el tema que se cante, puede ser religiosa, heroica, filosófica, amorosa. En general se aplica a todo poema destinado a ser cantado. Se utiliza también para hacer alabanzas a cualidades que poseen personas u objetos que el poeta quiere destacar positivamente. Antiguamente se cantaba con el acompañamiento de un instrumento musical. En la Antigua Grecia donde tiene sus principios, existían dos tipos de odas: las corales y las cantadas por una sola voz (monodia). Elegía: La Elegía es un subgénero de la poesía lírica que designa por lo general a todo poema de lamento, aunque en su origen no era necesariamente así, como demuestran las elegías de los poetas griegos arcaicos. La actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el tiempo, un ser querido, un sentimiento, etcétera. La elegía funeral (también llamada endecha o planto, en la Edad Media) adopta la forma de un poema de duelo por la muerte de un personaje público o un ser querido, y no ha de confundirse con el epitafio o epicedio, que son inscripciones ingeniosas y lapidarias que se inscribían en los monumentos funerarios, más emparentados con el epigrama, otro género lírico. -COMO SE HACE EL ANALISIS DE UN TEXTO POETICO, TENIENDO EN CUENTA LA RIMA Y LA METRICA- por ejemplo: A UN OLMO SECO
Al olmo viejo,
hendido por el rayo 11A
y en su mitad podrido, 7b con las lluvias de abril y el sol de mayo. 11 A algunas hojas nuevas le han salido. 11B ¡El olmo centenario en la colina 11 C que lame el Duero! Un musgo amarillento11 D le mancha la corteza blanquecina 11C al tronco carcomido y polvoriento. 11 D No será, cual los álamos cantores 11 E que guardan el camino y la ribera. 11F habitado de pardos ruiseñores. 11E Ejército de hormigas en hilera 11 F va trepando por él, y en sus entrañas 11 G urden sus telas grises las arañas, 11 G Antes que te derribe, olmo del Duero. 11 H con su hacha el leñador, y el carpintero 11 H te convierta en melena de campana. 11 I (i) lanza de carro o yugo de carreta: 11 J antes que rojo en el hogar, mañana. 11 I (i) ardas de alguna mísera caseta, 11J al borde de un camino; 7K antes que te descuaje un torbellino. 11 K y tronche el soplo de las sierras blancas; 11 L antes que el río hasta la mar te empuje 11- por valles y barrancas, 7 l (ele) olmo quiero anotar en mi cartera 11F la gracia de tu rama verdecida. 11M Mi corazón espera 7f también, hacia la luz y hacia la vida, 11 M otro milagro de la primavera. 11 F
Antonio
Machado Campos de Castilla
1.
Localización
Antonio Machado nació en Sevilla en 1875, pasó su juventud en Madrid, y estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Después de una estancia en Parra, estuvo durante cinco años en Soria como profesor de francés del Instituto. Allí descubrió y se identificó con el paisaje castellano; allí se casó, y murió, a los dos años, su esposa Leonor. Pasó después a Baeza, Segovia y, por fin, Madrid. Al ser derrotado el ejército republicano, se trasladó a Francia y murió en Colliure, un pueblecito cercano a la frontera española, en 1939.Campos de Castilla (1912) significa el encuentro con Castilla, con el paisaje de sus tierras altas donde proyectará su estado de ánimo y encontrará la expresión de la realidad nacional e histórica de España. Hay también en este libro nostálgicos recuerdos personales, reflexión sobre los grandes temas de la existencia humana, preocupación patriótica en actitud crítica, pero todo está visto con una mayor objetividad. Por último, hay que notar la ampliación al paisaje andaluz y los elogios a diversos escritores contemporáneos: Rubén Darío, J.R. Jiménez, Unamuno, Azorín, etc.
2.-Métrica
Este poema está formado por treinta versos de arte mayor y menor, ya que son de once y siete sílabas (endecasílabos y heptasílabos) pero sin seguir ninguna regla aparentemente. Sin embargo, al tratarse de una combinación de versos de 7 y de 11 que riman a gusto del poeta, estamos ante una Silva, modelo estrófico clásico que admite incluso la posibilidad de que algún vero quede suelto, como ocurre en este poema. La rima es consonante, menos en el verso vigésimo cuarto, que es un verso suelto, no rima. Es encadenada menos en los versos 13 y 14, 15 y 16 y 21 y 22, en los que es abrazada. Se producen encabalgamientos entre los versos 5 y 6, 16 y 17, 24 y 25, 28 y 29.
3.-Argumento
A causa de su
amor por la tierra de Castilla, el autor encuentra en éste un tema para su
poesía, y en el caso concreto de este poema, se centra en la descripción de un
olmo, que es una especie de árbol que abunda en el país, el cual se halla en la
ribera del río Duero, de manera que consigue crear la imagen de un paisaje en
la mente del lector, además de transmitir la pena que da el árbol agonizante,
que ya es viejo y será destruido, ya por causas climáticas como por el hombre,
pero también trayendo una brizna de esperanza por el hecho de la aparición de
unas hojas nuevas.
4.-Tema.
Descripción
sensible y patética de un viejo olmo, del cual resurge la vida gracias a la primavera.
5. Estructura
Este poema se
divide en tres partes: La primera llega hasta el verso decimocuarto, en la que
hace una descripción general del estado del árbol, y de su situación y entorno,
citando también la aparición de las hojas nuevas con la llegada de la
primavera, y también lo compara con otra especie, los álamos.
En la segunda
parte, que ocupa casi todo el resto del poema exceptuando los tres últimos
versos, el poeta expresa su deseo de dejar constancia escrita de la aparición
maravillosa de esas hojas entre tanta muerte y podredumbre, después de haber
citado todo lo que puede ocurrirle al árbol en tal estado.
Los tres
últimos versos formarían la tercera y última parte, ya que en ellos no se habla
ya del olmo, sino que se expresa un deseo una esperanza.
6. Análisis de
la forma partiendo del fondo.
Antonio Machado, un hombre serio, introvertido y solitario, cuyas principales preocupaciones fueron meditar, pasear, leer, asistir a tertulias y escribir, compuso este poema posiblemente durante alguno de sus paseos por el paisaje castellano, uno de los principales temas de su poesía. En este caso, sus escritos van dirigidos a un árbol, en concreto a un olmo,[especie abundante en España} del que consigue extraer, con sencillez, detalles y reflexiones que se asemejan a la realidad del ser humano, porque en la obra a la que pertenece este poema, el autor reflexiona sobre los grandes temas de la existencia humana, angustiándose por el paso del tiempo y la muerte, tal vez a causa del fallecimiento de su esposa Leonor. Así que, en este poema a comentar se puede hallar, bajo la simple apariencia de una poética descripción de un árbol de su amada Castilla, un segundo sentido, pudiéndose comparar con una vida humana, o mejor dicho, con cualquier vida de un ser humano, con su primera exuberancia de juventud, la madurez y el posterior deterioro con el paso de los años. Pero no todo el poema gira solamente en tomo a la idea del envejecimiento de las cosas o personas, sino que el poeta precisamente se centra, entre la ruina del olmo, en una pequeña esperanza de resurgimiento de la vida, en forma de hojas verdes nuevas con la llegada de la primavera, del mismo modo que cuando nosotros muramos otros ocuparan nuestro lugar en la humanidad.
Al principio
del poema, se hace una descripción del protagonista, el olmo, el cual es ya
viejo y las vicisitudes de su existencia, en este caso climáticas lo han.
dejado malparado, ya que está:
“…hendido por el rayo y en su mitad podrido,”
es decir, le
cayó un rayo encima que lo dejó casi destruido y además está podrido por dentro
hasta la mitad. En estos dos primeros versos hay una gran utilización de los
fonemas /o/, /i/, /e/, /d/ y con esta aliteración se produce una sensación de
patetismo y desolación.
Pero tras esta primera triste imagen, se da paso a un hecho que es importante para el yo poético:
“con las
lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.”
Utiliza un
hipérbaton para cambiar el orden normal de la frase y damos al final un
elemento alegre o esperanzador en contraposición con la anterior desolación. Y
da un rodeo (perífrasis) para situarse en el tiempo en el que ha ocurrido la
salida de esas hojas verdes, que es, aunque se sobreentiende, la primavera.
Él lo expresa mediante dos hechos característicos de esta estación: las frecuentes lluvias del mes de abril y la posterior llegada del buen tiempo en mayo. Como ya se ha dicho, el poeta siente gran estima por las tierras altas de Castilla y en el poema nos sitúa al olmo, del cual hace otra vez referencia a su edad, calificándolo ahora de “centenario”:
“…en la colina
que lame el Duero!…”
Los signos de
admiración dan más énfasis la frase, ayudándonos a comprender lo que para el
autor significa aquella tierra, Se produce un paréntesis en la parte
descriptiva para damos una rápida visión del paisaje que está contemplando o
que ha contemplado muchas veces y tiene grabado ya en la memoria, de manera que
en nuestra mente se coloca ya al olmo en un ambiente, y no como se nos presenta
al principio, en un entorno sombrío y solitario. Además, la colina en la que se
encuentra el olmo está junto a un río, el Duero.
El yo poético lo expresa con el verbo “lamer’, es una prosopopeya ya que la colina no tiene lengua, pero esta expresión acerca más la colina al ríoío que si por ejemplo utilizara la expresión “al lado” o “junto”. Y este hecho, que la colina y el olmo estén tan cerca del río, embellece y da más vida al paisaje que se ha creado en nuestra mente, por estar el río siempre en constante movimiento y ser el agua símbolo de vida. La descripción que sigue del olmo parece que tenga diversas partes diferenciadas, ya que primeramente utiliza gran cantidad de adjetivos que nos ayuden a ver en qué estado tan lamentable se encuentra éste:
“…Un musgo
amarillento
le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento.
“Por la forma
en que está construida esta frase, ésta toma velocidad, es decir, se pronuncia
rápidamente, y jugando con los fonemas de los adjetivos (aliteración) /a/, /e/,
/i/, /o/ nos produce una sensación desagradable, de podredumbre, de manera que
queda relacionada con la descripción inicial, en la que ya se nombra este
hecho. Posteriormente, el yo poético compara al pobre olmo con otros árboles,
los álamos.
Estos árboles son de altura considerable y también se encuentran a los lados de los ríos y los caminos, como el yo poético indica, de manera que parece que los- guarden, que los protejan, aunque claro, eso no es posible ya que se trata de seres inanimados (prosopopeya). Además, él califica a estos ‘árboles de “cantores”, pero en realidad no se está refiriendo a los árboles en sí, sino a los pájaros que habitan en ellos, que no se ven escondidos entre las ramas y las hojas, pero que en cambio sí puede oírse su música, como si saliera de los árboles en los que habitan. Pero el yo poético los cita solamente para poder compararlos con su destartalado olmo y pasándose al tiempo futuro, lo ve completamente solo, sin ningún pájaro, en este caso ruiseñores, famosos por su alegre canto, que quiera habitar en él para darle vida y alegrarlo con su música. Después vuelve con su olmo para describir como un:
“Ejército de
hormigas en hilera
va trepando por él,…”
Naturalmente,
no se trata de un ejército de tales insectos, pero los compara metafóricamente
con uno porque siempre se encuentran juntas en gran número y porque su
organización, como la de las abejas, es perfecta, sabiendo cada una lo que debe
hacer.
Además, estos versos sirven para indicar, como los anteriores, que los únicos seres vivos que quieren vivir en él son las hormigas silvestres, que se alimentan de inmundicias, y las arañas, las cuales “urden”, es decir, tejen sus telas en las “entrañas”, en el interior podrido del árbol. Aunque el yo poético habla del olmo en tercera persona hasta la mitad del poema, convirtiéndose estos versos en una descripción del estado del árbol, posteriormente se dirige al árbol como si éste pudiera contestarle, apostróficamente. De este modo, con este recurso, parece que le esté diendo alma al ser vegetal, de manera que al referirse al árbol, éste pierde un poco su situación de ser irracional, pareciéndose más a una persona y siendo más capaz de transmitir sensaciones al lector, como si se tratara, en su imaginación, de un anciano a punto de morir. En todo el resto del poema hasta el final, excluyendo los tres últimos versos, el yo poético cambia el orden normal de la escritura (hipérbaton), en la que el sujeto y el verbo van primeros, seguidos de los complementos correspondientes. Este recurso lo utiliza para exponer, antes de la conclusión, todo lo que puede ocurrirle al olmo en su estado. El modo verbal cambia a subjuntivo, expresando la posibilidad, ya que el yo poético no sabe realmente lo que ocurrirá. Al principio de cada uno de esos hechos que expone, utiliza el adverbio “antes” como anáfora, de manera que ya se supone que el yo’ poético quiere expresar un deseo o voluntad antes de que ocurra alguna de esas cosas, pero este deseo no se nos es revelado hasta cash el final del poema, finalizando ya toda la narración aunque después haya una pequeña reflexión personal .El primer caso que expone es:
“Antes que te
derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta;”
Cambiando el
orden normal de la frase, lo que primero se le aparece al lector es el verbo,
en este caso “derribar”, de manera que éste ya se da cuenta enseguida de las
cosas horribles que pueden ocurrirle al pobre árbol, después de haber sentido
el patetismo de la descripción anterior. En este caso el que derriba al olmo es
el leñador, para que después el carpintero lo transforme en algo útil. No puede
utilizarlo para hacer cosas hermosas, ya que su madera no está en buen estado,
así que el yo poético nos enumera algunos instrumentos de madera sencillos, que
sean de utilidad y no para decorar y ser vistos, como por ejemplo los muebles,
sino la melena de una campana, es decir, el armazón de madera que va unido a
ella y que sirve para voltearla, o instrumentos que se utilizan en el campo, como
una lanza de carro (la vara de madera que va unida por uno de sus extremos al
juego delantero de un carruaje y sirve para dirigirlo) o un yugo de carreta
(instrumento al cual, en forma de yuntas, se unen los animales de labor). Otra
de las cosas que podría pasarle es que acabara ardiendo en un fuego tierra. Con
el adverbio “mañana”, utiliza una metonimia, ya que no se refiere en realidad
al día siguiente sino a cualquier día futuro.
El yo poético se vale de una metáfora, “rojo”, para describir el hecho que se estaría quemando. Pero en realidad, para el yo poético lo triste no es que acabara quemado, sino que ardiera en “alguna mísera caseta” seguramente de algún labrador que vive en el campo como indica el verso:
“al borde de
un camino;”
y no en la ciudad, en la casa de alguien bien acomodado. Ese sería el verdadero deshonor. Seguidamente da paso a otra posibilidad, al hecho que fuera arrancado por un torbellino. El término “torbellino” puede tener dos significados, ya que el árbol se encuentra en la ribera del Duero y el movimiento de las aguas de un curso fluvial recibe el nombre de torbellino, al igual que el movimiento de rotación del aire. El verso:
” y tronche el
soplo de las sierras blancas;”
Podría
explicarse si el poeta o el paisaje que describe se encontrara en el paso del
Duero por Soria, ya que ese “soplo” podría traducirse por el aire frío que
llega de las montañas nevadas del Sistema Ibérico, o si o puede ser que el yo
poético se refiera a la futura llegada del invierno.
Y el último caso que expone es que el olmo pueda ser arrastrado por la fuerte comente del río, que se encuentra en su curso alto y tiene abundante caudal, hasta que éste lo dejara en el mar tras su larga travesía, pasando “por valles y barrancas,” Finalmente, el yo poético nos hace conocedores de su deseo. El lo expresa en los dos versos siguientes:
“olmo, quiero
anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.”
Después de
haber visto el estado lamentable del olmo y la pequeña chispa de vi que de él
brotaba, el yo poético desea guardar un recuerdo escrito del maravilloso hecho.
Pero en realidad, aunque parezca una contradicción, ya lo ha hecho en el mismo poema, de manera que ha dejado esta frase para el final, cuando ya ha hablado extensamente del árbol, y parece que el poema no haya sido compuesto intencionadamente, sino simplemente en la mente del autor. Este recurso expresivo da sinceridad y veracidad al poema. El yo poético, aunque ha descrito todo el árbol en general, en la idea principal en la que quiere centrarse y con la que quiere terminar el poema es en la aparición de esas nuevas hojas verdes, con la gracia de tu rama ‘Verdecida.” es decir, la hermosura de una rama a la que califica de “verdecida”, o sea, coloreada por el vivo color verde de las hojas nuevas. En los tres últimos versos parece que el yo poético se aparta ya un poco del tema concreto del olmo :
“Mi corazón
espera
también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.”
Estos tres
versos parecen reflejar algún deseo o esperanza del yo poético, como todo el
poema anterior hubiera sido un ejemplo para él mismo que le ayudara animarse y
a mantener la esperanza. Cuando dice “mi corazón” se está refiriendo a su alma,
a sus sentimientos, a él mis El yo poético utiliza el recurso de la metonimia,
de tipo la parte por el todo. Y “espera”, dice, “otro milagro de la primavera.”,
siendo el primero la aparición de las hojas verdes en el árbol muerto, pero en real
no se llega a descubrir que es lo que está esperando, aunque, eso sí, debe
ir”…hacia la luz y hacia la vida,”
Tal vez se refiere a la aparición de una nueva vida, mientras otra se va al final de vejez. Y el término primavera podría tener un doble significado, refiriéndose metafóricamente a la juventud, fresca y vital. Quién sabe si el poeta Machado recordaba su infancia y su juventud mientras paseaba por la orilla del Duero.
Pág.
75 –LO QUE APRENDIMOS…-
CREA
UN POEMA!
NO ENTIENDES
Infinitas veces te dije "te quiero", Gritándole al viento lo que siento. Nunca quise alejarme, A veces te perdí un momento. Como sabes que no te extraño Intento no desearte tanto, Olvidarte, es mi anhelo. Muchas veces te dije "te quiero", Algunas, sin medir las consecuencias, Romper lo que construimos, Todo por un capricho. Innecesarias cosas que nos dijimos,. Nada más que por un beso. Ahora que no te tengo No puedo verme en ti. y así se queda en mi, La sensación de saber que ya no estas conmigo.
Pag.80
-TEXTOS DRAMATICOS-
*Características
del género dramático:
Así, este género literario cuenta con las siguientes características básicas: -Los autores dramáticos deben contar una historia en un lapso de tiempo bastante limitado, con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias. -El hilo argumental debe captar la atención del público durante toda la representación. El recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace. -El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y espectaculares, o lo que es lo mismo, el texto literario se suma, como un elemento más, a los elementos escénicos pertinentes para conseguir un espectáculo completo. -Aunque podamos leer una obra de teatro, los personajes que intervienen en ella han sido concebidos por el autor para ser encarnados por actores sobre un escenario. -La acción se ve determinada por el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto central de la obra. -El autor queda oculto detrás del argumento y los personajes. Si leemos una obra teatral, observaremos que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre cómo debe ser el escenario o cómo deben actuar los personajes. Estas instrucciones se denominan acotaciones. Por lo demás, los sentimientos del autor, sus ideas y opiniones se encuentran diluidos en la amalgama de personajes y ambientes que forman una obra de teatro.
*SUBGENEROS
QUE LO COMPONEN Y QUE SON:
-LA TRAGEDIA:
Es una obra de final desgraciado protagonizada por personajes que luchan contra
el destino y la fatalidad sin lograr vencerlos.
-LA COMEDIA: Es una obra de tono amable, asunto ligero, divertido o de enredo y final feliz, que suele incluir elementos humorísticos. -LA TRAGICOMEDIA O DRAMA: Las obras que presentan de manera conjunta características de las tragedias y de las comedias se suelen denominar tragicomedias o dramas. -EL PASO O ENTREMES: Es una pieza breve de carácter cómico y personajes populares que se representaba en los descansos de las comedias de los siglos XVI y XVII. Cervantes fue un famoso autor de entremeses. -EL SAINETE: Es una pieza breve y cómica, a veces acompañada de música, que se puede representar de manera independiente. Suele contener una crítica social en clave humorística y está relacionada en su origen con los entremeses del Siglo de Oro.
*ELEMENTOS QUE
COMPONEN LA ESTRUCTURA INTERNA Y EXTERNA DE UN TEXTO DRAMATICO (ESPECIFICAMENTE
DE UN GUION TEATRAL)
EXTRUCTURA INTERNA: La estructura del guión es la
columna vertebral de la historia, una
sucesión de hechos principales por los que trascurre la narración
cuyas reglas se cumplen especialmente en las narraciones clásicas y de
género.
La composición dramática ha tendido siempre a una estructura en tres actos que coinciden con los de planteamiento, nudo y desenlace. La historia audiovisual, como todas, comienza con un Planteamiento cuyo propósito es proporcionar la información necesaria para que la historia comience. El planteamiento se inicia con una apertura con la que son visualizados en seguida el estilo y el tono de la narración. Normalmente también se distingue un suceso que ponga en marcha la acción al que llamamos detonante. Durante el primer acto nos planteamos la cuestión central, y se nos da información sobre la historia y los personajes, para que nos orientemos a la hora de seguirla correctamente. Al planteamiento y primer acto se pone fin con el llamado primer punto de giro, un nudo argumental que cambia el curso de la historia y empuja a la historia al siguiente acto, introduciendo nuevas preguntas y en ocasiones nuevos escenarios. El acto dos o de nudo, corresponde al de desarrollo del conflicto planteado en la historia, desarrollando la trama hasta que un segundo punto de giro nos acelera la acción y nos lanza al tercer acto y a la conclusión, estableciendo una cuenta atrás en los acontecimientos. Por tanto, el tercer acto, o desenlace, será más acelerado que los dos anteriores y en él se va construyendo el clímax final, el momento en que el problema se resuelve, la cuestión central se soluciona, la tensión se termina y se alcanza un nuevo equilibrio. Esta exposición es la de una estructura clásica o de género, pero no tiene porque ser seguida. De hecho hay estructuras de vanguardia o minimalistas que rompen la sucesión normal de los acontecimientos, mezclando estructuras de historias independientes o conectadas entre si de forma original y otras que son partícipes de una antiestructura porque no se pliega a ninguna norma o recomendación.
EXTRUCTURA EXTERNA:
El guionista debe escribir imágenes y superar la barrera de que el 90% de las
expresiones verbales no tienen equivalente fílmico. Hay que contestar a la
pregunta ¿Qué veo en la pantalla? Y
describimos solo lo que es fotografiable.
Existe también una estructura externa que tiene que ver con las fórmulas normalizadas para la presentación de guiones.
En general se dice que hay dos formas básicas de
escribir el guión; guiones a una columna (modelo
americano) o a dos columnas (modelo europeo).
Los guiones a una columna describen acciones y transcriben diálogos a lo largo
de las páginas. Los guiones a dos columnas dividen las páginas en dos partes
dejando la derecha para las acciones y la izquierda para el sonido (diálogos,
sonido, músicas de referencia, ambientes sonoros...).
A nivel formal el guionista debe observar una serie de reglas a la hora de afrontar la escritura de un guión que se escribirá siempre en presente de indicativo. La industria del cine prefiere el formato de una columna. El formato ideal es el Courier new tipo 12. El guión está dividido en escenas teniendo en cuenta las localizaciones. Cada escena está señalada por una cabecera, una línea de referencia en la que se pone, siempre en mayúscula y separado por puntos, el número de escena, la localización, si es interior o exterior y si es día o noche. Por ejemplo:. 1. INTERIOR. COCHE. DIA La acción se desarrolla después de un espacio, sin justificar, y a lo ancho de la página. Los diálogos ocupan únicamente el tercio central de la hoja y serán precedidos por el nombre en mayúscula del personaje que los pronuncie. Las acotaciones a cada personaje se ponen debajo del nombre, antes del diálogo y entre paréntesis. En un principio no hay indicaciones técnicas. Sin embargo son muchos los guiones que anticipándose a la visión de director ya dan directrices sobre los encuadres (....la CÁMARA los SIGUE y se aparta gradualmente en PANORÁMICA,…) o las transiciones (FUNDIDO A, CORTE A) Una página guión, un minuto La normalización de los guiones permite un buen trabajo de producción. Cada página de guión corresponde aproximadamente a minuto de película y para cada minuto necesitamos al menos dos horas de rodaje. Esos datos son fundamentales para el director de producción que deba organizar el plan de trabajo y dividir las sesiones. Aunque para escribir un guión podemos utilizar cualquier procesador de textos.
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